El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha

En los capítulos XLII y XLIII se lee que Sancho va a ser gobernador de una ínsula y Don Quijote le da varios consejos para ser un buen gobernador. La conclusión de estos consejos y en general de la charla que mantienen son dos aspectos muy importantes: la forma de gobernar que debe realizar Sancho en la ínsula; la manera en que se debe de comportar, vestir y hablar para mantener un buen prestigio ante el pueblo. Todo esto, siempre en busca de que Sancho pueda alcanzar un lugar en el cielo junto a Dios.

Por un lado, los consejos que le da Don Quijote sobre la forma de gobernar son básicamente al rededor del tema de como impartir justicia. Por ejemplo, Don Quijote le menciona a Sancho que debe ser misericordioso a la hora de condenar a alguien para que de esta forma se le considere un juez bueno y prudente. Además también menciona que valen lo mismo tanto las lagrimas del pobre como la información del rico, y debe considerarlas para la toma de alguna decisión. Concluye diciendo que si lleva acabo un gobierno justo y equitativo su nombre no morirá y su fama será eterna.

Por otro lado, los consejos del protagonista hacia Sancho también van encaminados a la forma en que se debe comportar. De modo que debe tener en consideración su aseo personal (cortarse las uñas), sus modales a la hora de comer (no comer vorazmente ni eructar), la actitud con la que lo deben de ver su gobernados (nunca de forma que parezca flojo u holgazán, y por ultimo que debería de aprender a leer y a escribir para que así sus gobernados no lo tachen de ignorante.